Una Semana redescubriendo Madrid

 Recientemente, tuve la oportunidad de pasar una semana en Madrid, la vibrante capital de España. Mi viaje tuvo lugar a fines de enero y estuvo lleno de exploración, encuentros con amigos y descubrimientos culturales.


Mi primera impresión al volver a Madrid luego de 20 años de la primer visita fue la calidez de sus habitantes y la energía contagiosa de la ciudad que tenía olvidada. Después de instalarme en el apartamento de mis amigos españoles, a quienes conocí y contacté por su web Madrid en fotos, salimos a recorrer las calles bulliciosas de la ciudad.

Durante mi estancia, visité muchos de los lugares emblemáticos de Madrid, algunos que tenía pendientes y otros que quería revisitar, como el Museo del Prado, el Palacio Real y el Parque del Retiro que ya me habían impresionado 20 años atrás por la riqueza artística y arquitectónica de la ciudad, así como por su historia fascinante.

Una de las experiencias más memorables del viaje fue volver a disfrutar la deliciosa gastronomía madrileña. Desde el famoso bocadillo de calamares en la Plaza Mayor hasta las tapas tradicionales en los bares locales, cada comida fue una delicia para el paladar.

Además de explorar los lugares turísticos, también tuve la oportunidad de sumergirme en la vida cotidiana de la ciudad. Paseé por los barrios históricos, me perdí en sus encantadoras calles y disfruté de la animada vida nocturna.

Quizás yendo desde el pleno calor veraniego de esta parte del mundo, el único pero podría ser quizás que el clima no acompaña tanto en esta época del año.

Por lo demás, volver a Madrid siempre es una experiencia inolvidable, por la ciudad en sí, y por mis viejos amigos y también los nuevos. Sin duda, es una ciudad que espero regresar en el futuro (esperemos que no tengan que pasar otros 20 años) para seguir descubriendo todo lo que tiene para ofrecer.

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Paleta pelota y colágeno

 


Muchos de quienes me conocen saben que últimamente he dejado de lado la práctica del fútbol para dedicarme a la práctica de otro deporte muy adictivo: la paleta.


La pelota vasca, conocida en Uruguay coloquialmente como paleta o frontón se practica muchísimo más de lo que la gente piensa.
Hay decenas de pueblitos, y a veces ni eso, parajes o establecimientos rurales, donde tienen al menos una cancha de frontón abierta, y ni que hablar los pueblos con algunos pocos miles de habitantes, donde seguramente encontraremos algún trinquete cerrado, o más.
Es quizás por esta abundancia que en casi cualquier lado nos encontramos con jugadores muy competitivos.

La cosa es que me puse a jugar paleta de manera no solo asidua sino también intensa digamos, a paletazo limpio toda la semana.
Y lo que hace muchos meses venía siendo un dolor en un dedo, que yo suponía era una torcedura en uno de las articulaciones, fue aumentando y extendiéndose por la mano al punto de hacer evidente que no se trataba de una torcedura, sino de artritis.

Por algunos temas laborales que no vienen al caso producto de la pandemia, estoy sin seguro médico, así que empecé a informarme online sobre cómo combatir la artritis, más allá de los analgésicos para el dolor.
Un amigo me mencionó el colágeno, así que fui a la farmacia donde la señorita que me atendió me recomendó de manera entusiasta un colágeno con vitamina C que tomé durante un par de meses.
El dolor ha mermado pero no desaparecido, así que seguí buscando información.
Algunos recomiendan el de tal laboratorio o tal otro, el colágeno con magnesio o el colágeno con ácido hialurónico, los que en polvo y los que en comprimidos.
Y mientras trataba de decidir empecé a dar con otro punto de vista.

Hay un grupo de gente que dice que el colágeno no sirve para nada, que el organismo lo descompone y no lo absorbe. Otros que sí, que lo descompone en aminoácidos como la glicina y que es ésta la que en realidad es beneficiosa.
Pero un porcentaje bastante importante, más allá de declarar que no sirve, van más allá. He encontrado decenas de publicaciones en un tono bastante fanático diciendo que quienes creen en el colágeno y sus bondades son poco menos que retardados que les gusta que les roben su dinero, o que hay un plan mundial macabro en donde grandes corporaciones que no saben que hacer con los huesos y la piel que sobran de los bichos que comemos nos venden esos restos en cremas y polvos y pastillas prometiendo estupideces.

Lo real es que de un lado dicen (hasta en wikipedia) que "está demostrado" por pruebas médicas y científicas que es útil en el tratamiento de esto y aquello.
Del otro, que está ampliamente demostrado desde hace décadas que el colágeno no sirve para nada y que nos estamos dejando estafar.
Yo por cierto no he visto ni unas pruebas ni las otras, aunque reconozco que en Wikipedia ponen enlaces a esas supestas pruebas, mientras que entre los detractores no he visto citada ninguna página científica que desmienta la utilidad del colágenos.

Y mientras... me duele el dedo. No sé si el hecho de que me duela menos es porque el colágenos hizo efecto, porque es casualidad, o "efecto placebo" como me dijo uno que consulté en un foro de gente musculosa del fitness y el culturismo.

Estoy indeciso, yo solo quiero jugar a la paleta y no quiero que me duela la mano.
No me gusta que me estafen, pero tampoco que me digan que soy un subnormal por probar cosas que están autorizadas por los organismos de salud pública de todo el mundo.
Indeciso...

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Inmigrantes


"Hay más europeos en América Latina que latinoamericanos en Europa, y jamás hemos tenido leyes para expulsarlos."



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