1.- No se debe comer vino con sandía
La creencia popular de que no se puede comer sandía y tomar vino al mismo tiempo se basa en la idea de que esta combinación puede causar malestar estomacal o problemas digestivos. Sin embargo, no hay evidencia científica sólida que respalde esta creencia. La sandía y el vino son alimentos que se digieren de manera diferente, y muchas personas los consumen juntos sin experimentar ningún problema.
2.- Tomar colágeno engorda
El colágeno no engorda no produce aumento de peso porque el colágeno es una proteína pura, y las proteínas no contienen carbohidratos ni grasas que contribuyan al aumento de peso. Además, el colágeno se digiere y absorbe de manera similar a otras proteínas, por lo que no tiene un efecto directo en el aumento de peso.
3.- Comer después de las 8 p.m. hace que ganes peso
El mito de que comer después de las 8 p.m. automáticamente provoca aumento de peso carece de fundamento científico. Lo que importa realmente para el control del peso es la cantidad total de calorías consumidas en un día y cómo se equilibran con el gasto energético. El cuerpo no metaboliza los alimentos de manera diferente según la hora del día en que se consuman. Si bien es cierto que comer grandes cantidades de alimentos muy tarde en la noche puede interferir con el sueño y causar malestar digestivo en algunas personas, no hay evidencia sólida que sugiera que el momento específico de las comidas tenga un impacto directo en el aumento de peso. Lo que realmente importa es mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida activo.
4.- Los huevos marrones son más nutritivos que los huevos blancos
El mito de que los huevos marrones son más nutritivos que los huevos blancos es falso. El color de la cáscara del huevo está determinado por la raza de la gallina y no tiene relación con su valor nutricional. Tanto los huevos blancos como los marrones contienen cantidades similares de nutrientes importantes como proteínas, vitaminas y minerales. Lo que realmente importa es la calidad de la alimentación de las gallinas y las condiciones en las que son criadas, ya que esto puede influir en la calidad nutricional de los huevos. En resumen, el color del huevo no es un indicador confiable de su valor nutricional.
5.- El azúcar moreno es más saludable que el azúcar blanco
El mito de que el azúcar moreno es más saludable que el azúcar blanco no es necesariamente cierto. Aunque el azúcar moreno se considera menos procesado que el azúcar blanco y conserva algo de melaza, ambos tipos de azúcar son básicamente azúcares simples y proporcionan aproximadamente la misma cantidad de calorías y nutrientes mínimos. Ambos deben consumirse con moderación como parte de una dieta equilibrada. Es importante recordar que el exceso de azúcares añadidos en cualquier forma puede contribuir a problemas de salud como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas. En última instancia, la mejor opción es limitar la ingesta de azúcares añadidos y optar por fuentes de carbohidratos más saludables, como frutas frescas, verduras y granos enteros.
6.- Saltarse el desayuno es perjudicial para la salud
La creencia de que saltarse el desayuno es perjudicial para la salud no es necesariamente cierto para todas las personas. Si bien el desayuno se ha promocionado como la comida más importante del día, la evidencia científica es mixta sobre si saltarse el desayuno es perjudicial para la salud en general. Algunas personas encuentran que omitir el desayuno les ayuda a controlar su ingesta de calorías durante el día y puede ser parte de un patrón alimenticio saludable, como el ayuno intermitente. Sin embargo, para otras personas, especialmente aquellas con ciertas condiciones de salud como la diabetes, el desayuno puede ser importante para mantener niveles de glucosa en sangre estables. Lo más importante es escuchar a tu cuerpo y comer cuando tengas hambre, independientemente de la hora del día. Si omitir el desayuno te hace sentir débil, cansado o con dificultad para concentrarte, puede ser mejor incluir esta comida en tu rutina diaria. En última instancia, lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra, por lo que es importante encontrar un patrón alimenticio que sea adecuado para ti y que te haga sentir bien.
7.- Las dietas vegetarianas o veganas son deficientes en proteínas
El mito de que las dietas vegetarianas o veganas son deficientes en proteínas es falso. Si bien es cierto que las proteínas de origen animal son una fuente importante de proteínas completa, las dietas vegetarianas y veganas pueden proporcionar todas las proteínas que el cuerpo necesita si se planifican adecuadamente.
Existen muchas fuentes vegetales de proteínas, como legumbres (lentejas, frijoles, garbanzos), tofu, tempeh, productos a base de soja, nueces, semillas, cereales integrales y vegetales de hojas verdes. Combinar diferentes fuentes de proteínas vegetales a lo largo del día puede garantizar la ingesta de todos los aminoácidos esenciales necesarios para la salud.
Además, las dietas vegetarianas y veganas tienden a ser más ricas en fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales, lo que puede ofrecer numerosos beneficios para la salud. Es importante prestar atención a la variedad y cantidad de alimentos consumidos para asegurarse de obtener todos los nutrientes necesarios, pero es completamente posible satisfacer las necesidades de proteínas con una dieta vegetariana o vegana equilibrada.